Siete Cumbres nació en 2009 como un emprendimiento familiar fundado por el padre de Tute y Joaco, con un local en Capital Federal cerca del Obelisco, vendiendo productos outdoor. En 2018, dieron su primer paso hacia lo digital con una tienda en Tienda Nube, aunque con poca estrategia, publicaron los primeros productos multimarca outdoor, de camping, ski, snowboard, productos para running… 

El despegue llegó durante la pandemia, donde vieron crecer las ventas gracias al boca en boca, sin demasiada inversión en publicidad. Sin embargo, no entendían por qué luego de la temporada de invierno, aunque seguían implementando las mismas acciones, las ventas bajaban; eso les mostró la necesidad de ir por más.

Comienzo en el Programa Acelerador de Ecommerce (PAE)

Todo empezó cuando Tute se cruzó con una publicidad de Ecodiem, luego de eso, logró entrar al final de un vivo en YouTube de Rodri, y esa fue la pauta para investigar más sobre la academia. Por dudas entre la membresía de Ecodiem y el PAE, agendaron una reunión con y decidieron ir por el segundo tras una llamada con Franco del equipo comercial de Ecodiem. Convencieron a su padre, quien confiando en sus hijos y motivado por el buen año que habían tenido en la tienda online, aprobó la inversión.

Al integrarse al PAE, enseguida comprendieron todo lo que no estaban haciendo: desde estrategias de email marketing, creación de contenido, hasta optimización de roles dentro del equipo. La metodología del programa no solo los ayudó a estructurarse digitalmente, sino también operativamente, incluyendo logística, facturación y atención al cliente.

“Quiero más porque puedo más, es una confianza en uno y en el otro. Lo recomiendo 100%”.

Resultados clave

“Viendo cómo es el método y el hacer parte al dueño del emprendimiento… aprender y tener un knowhow es valioso, es entretenido y a veces es exigente, pero es una exigencia que motiva a querer aprender más”.

Conclusión

La transformación de Siete Cumbres va más allá de las cifras. El paso por el PAE les dio estructura, claridad y una hoja de ruta concreta. Aprendieron a manejar roles, gestionar herramientas, crear contenido más humano y visualizar el crecimiento como algo sostenible. Lo más poderoso fue el cambio mental: entender que la profesionalización y el conocimiento son claves para escalar, y que la diversión y el juego también forman parte del camino emprendedor.

“No hay que pensarlo tanto, pasa el tiempo y te vas a arrepentir. Fue una experiencia increíble, no nos esperábamos este resultado”.